No todos los vinos son de guarda.
El enólogo o el productor del vino, antes de cosechar las uvas analiza si la producción de ese año será un vino joven, reserva o guarda. Por lo tanto, existen vinos que mejoran con la guarda, con el tiempo. Hay otros vinos que se beben pronto, para disfrutar de la fruta, la fluidez y la frescura que ofrecen.
Los vinos jóvenes son ejemplares de volumen y estructura media, fáciles de beber y disfrutar, cuya principal característica es la fruta. Son vinos sin tanta concentración. Los vinos reserva o de crianza suelen ser dejados en barricas de roble y pasan meses en la bodega luego de ser embotellados antes de salir al mercado. Se caracterizan por tener una mayor estructura, concentración y volumen de boca. La crianza les aporta aromas y sabores, estructura y fuerza de los taninos.